Es una de los técnicas más utilizadas en la metodología cualitativa para el estudio de casos. Su definición varía en función del tipo de investigación, del investigador y de los objetivos que pretenda alcanzar. Puede ser realizada de modo no participante o participante.
a) Observación no participanteEl objetivo de la observación directa, tanto en un caso como en otro, es articular los datos resultantes de un análisis objetivo y los que provienen de una aprehensión intersubjetiva con el fin de proporcionar una visión lo más completa posible de la realidad. Los sistemas para registrar y almacenar los datos observados -conductas, acontecimientos y procesos- a efectos de un análisis posterior pueden ser categoriales, descriptivos, narrativos y tecnológicos.
Trata de registrar de modo objetivo los hechos tal como acontecen. Ello requiere un cierto distanciamiento entre el investigador y el objeto investigado. Como categoría pura sólo se da cuando la interacción se observa mediante cámaras, grabadoras ocultas o falsos espejos. En ella el investigador reduce al mínimo su interacción con los sujetos y simplemente se limita a registrar los hechos. Requiere, por tanto, un registro completo y exacto de los datos, que se vería dificultado por el contacto o intercambio social con los sujetos observados.
b) Observación participante
En este caso el investigador se sumerge en el contexto objeto de estudio, formando parte del grupo, de los individuos y de la institución. Participa en el contexto en interacción constante e incluso identificándose con los sujetos pero al mismo tiempo guardando su propio rol de investigador.
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